“La importancia de la zanahoria y el dulce trajín del burro” es una tragicomedia que conjuga una estructura dramática trágica con un lenguaje y estilo cómicos. Se interroga sobre el doble sentido del destino: camino o meta y rinde tributo a todos aquellos seres humanos que, por diversas circunstancias, se han visto forzados a abandonar su tierra y sufren el desarraigo, añorando un futuro próspero y pleno en un nuevo lugar. En particular, los personajes de esta pieza teatral han sido arrojados de sus lugares de origen a causa de cataclismos naturales, razón por la cual ya no tienen una tierra a la que volver.
A lo largo de una hora se narra la historia de tres personajes que viajan hacia Naciente. Avanzan soñando con afincarse en una tierra en la cual verán todos sus anhelos cumplidos. Zeynel sólo piensa en ese futuro en el cual nunca más padecerá la sequía, que lo obligó a abandonar su lugar de origen, y donde podrá, al fin, ver crecer y florecer sus plantas, que, multiplicadas, se transformarán en enormes plantíos. Einoha avanza hacia ese promisorio destino, pero no logra superar la añoranza por su tierra y por su gente. En cada parada del camino, ella recuenta una y otra vez sus pocas pertenencias materiales, para evocar y revivir porciones de ese pasado, que las inundaciones le quitaron. Ambro se ocupa del presente mientras disfruta de cada momento del viaje. Ella sólo lleva consigo alimentos, yuyos, medicinas y aprendizajes, que recoge en el camino, y sueña con descubrir lo que encontrará en Levante
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